La telefonía en Japón es otro mundo: servicios

Si los terminales que tienen en Japón son distintos de los que disfrutamos por aquí, el software y los servicios ofrecidos podían resultar diferentes. No solo su funcionalidad, sino el modo de presentar la información nos muestra dos culturas bastante diferenciadas.

De entre todos los servicios que llamaron la atención fueron dos, el i-concier y el i-channel.

Ambos serían conceptos aun no planteados aquí.

El i-concier es nuestro conserje personal, que nos ofrece toda la información que podemos necesitar a lo largo del día. Representado por un carnero, se basa en los datos que tengamos almacenados en el móvil, como nuestros contactos, nuestra agenda o cupones para restaurantes, además de las preferencias que le configuremos (Alguna idea liviana de lo que nos ofrece claro, con guia de restaurantes por sms).

De este modo, nos irá avisando cuando se acerque la hora de una reunión o de una cita, cuando tengamos que devolver una película alquilada,... o cuando haya disponga de nueva información, por ejemplo resultados de partidos de algún deporte o conciertos que se celebren.

Nuestros datos personales también puede aprovecharlos para avisarnos si, por ejemplo, hay retenciones en la carretera que tomamos habitualmente para ir a trabajar, si hay retrasos en el tren que debemos tomar o si el tiempo es malo allá donde debemos ir.

Otro de los servicios interesantes es i-channel. i-channel nos muestra información en la pantalla principal del teléfono, a través de una pequeña barra por la que se van desplazando los titulares. En caso de interesarnos alguna noticia podemos acceder a los detalles pulsando el botón dedicado.

Este servicio ofrece canales sobre el tiempo, noticias generales, música, deportes y entretenimiento, horóscopos y artículos de revistas. No son los únicos, puesto que también hay servicios para acceder a manga, para disponer de widgets en la pantalla del teléfono, para ver la guía de televisión, demostrándonos que los japoneses se pasan aún más tiempo que nosotros pegados a la pantalla del móvil, y no precisamente hablando...